viernes, 17 de junio de 2011

Los Poderosos Vengadores: La Revolución Shooter.


Hay guionistas o dibujantes que parecen haber nacido para ocuparse de una determinada colección. En el caso de Jim Shooter resulta evidente que uno de sus títulos debía ser The Avengers. Un escritor tan capacitado como él para desarrollar historias protagonizadas por seres de gran poder, antes o después debía formar parte del equipo creativo del cómic protagonizado por los Héroes Más Poderosos de la Tierra. Pero lo cierto es que no le resultó fácil conseguir este objetivo…
Jim Shooter comenzó su carrera profesional cuando sólo era un jovencísimo adolescente, escribiendo historias para distintos títulos de DC Comics. Tengamos en cuenta que cobró sus primeros trabajos con sólo trece años de edad. Posteriormente quiso colaborar para Marvel. Su primer intento tuvo lugar en 1969. En esta ocasión, según él mismo ha contado, sólo trabajó para La Casa de las Ideas durante tres semanas. El hecho de que no pudiera vivir en Nueva York fue el obstáculo que no pudo salvar para desarrollar una carrera en Marvel.
Años más tarde, volvió a intentarlo, pero en esta segunda oportunidad tampoco lo consiguió. Éste fue sin duda uno de los peores momentos de su vida profesional, ya que se llegó a plantearse una decisión muy difícil: abandonar el mundo del cómic. Dos años después, una llamada telefónica le hizo reconsiderar esta decisión. El mismísimo Director Editorial de Marvel le ofrecía trabajar como editor en la redacción (el mítico Bullpen). Shooter no se lo pensó dos veces y aceptó con rapidez. Éste fue el comienzo de su trayectoria profesional en La Casa de las Ideas.
Una vez en Marvel, Jim Shooter no tardó en colaborar para la colección de Los Vengadores. Al principio, escribiendo algunas páginas en números muy concretos (caso del #151 USA); y posteriormente como guionista oficial (a partir del #158 USA). No hizo falta mucho tiempo para constatar que el talento del Gran Jim Shooter (llamado así por su elevada estatura) encajaba como un guante en la colección de los Héroes Más Poderosos de la Tierra. Buena prueba de ello fueron una serie de excelente líneas argumentales que acabarían conformando una de las grandes etapas de The Avengers. Entre ellas sobresalen con especial fuerza: “La Creación de Jocasta”, “La Trilogía de Nefaria” y, finalmente,”la Saga de Korvac”. (Nota: Todas estas historias acaban de ser recuperadas en dos tomos de Marvel Gold; uno titulado como “Grandes Amenazas” y otro, lógicamente, como “La Saga de Korvac”).

Pero justo en el transcurso de esta última historia, la carrera de Jim Shooter volvió a recibir un gran impulso. Stan Lee decidió convertirlo en el nuevo Director Editorial de Marvel (tomando posesión del cargo, de manera oficial, el primer día laborable de 1978). Este ascenso le obligó a limitar considerablemente sus colaboraciones como guionista en los cómics Marvel, lo cual quedó bien patente en The Avengers. En pocos meses, Shooter debió ser sustituido por otros guionistas (entre ellos, David Michelinie y Bill Mantlo). De todas formas, el Gran J. S. jamás perdió de vista la colección en la que había desarrollado sus mejores historias. De vez en cuando aportaba ideas que otros se encargaban de definir y dialogar (un caso excelente lo encontramos en The Avengers #188 USA; un número incluido en el tomo MG: Noches de Wundagore).
Durante dos años (o quizás algo más), Jim Shooter se dedicó con gran empeño a reestructurar el organigrama editorial de Marvel. El objetivo era que funcionase con una fluidez de la que careció durante gran parte de los años 70 (este hecho había provocado que el puesto de Director Editorial fuese casi una maldición, de forma que fue ocupado por varios profesionales en un cortísimo espacio de tiempo). Pero una vez llegados a los años 80, la situación editorial comenzó a estabilizarse. Esto permitió que Shooter pudiera dirigir su atención hacia otras facetas profesionales; entre ellas, volver a escribir cómics. Y puestos a elegir, nada mejor que volver a crear historias para The Avengers.
Este interés renovado ya quedó patente en el verano de 1980. No sólo por su participación en la historia del #200 USA, sino porque terminaría siendo el responsable del argumento (o el co-argumento) del #201, #202 y #204 USA. Ante esta realidad, parecía evidente que tarde o temprano el Director Editorial de Marvel volvería a escribir los guiones de The Avengers. El momento llegaría pocos meses después, con la llegada de 1981, año en que Marvel Comics celebró su 20 Aniversario (dado que el Fantastic Four #1 USA apareció el 8 de Agosto de 1961; lo cual significa -a su vez- que este volumen recupera cómics que fueron publicados hace exactamente treinta años). El número finalmente elegido para su nuevo debut sería el #211 USA; con una fecha en portada de septiembre del 81 (por cierto, éste fue el último número incluido en la Biblioteca Marvel: Los Vengadores).
En todo caso no puede decirse que el inicio de Jim Shooter como guionista de The Avengers pudiera pasar desapercibido para nadie, pues lo primero que hizo fue plantear una completa renovación de la formación de Los Vengadores. Y para garantizar este “llamada de atención”, el artista Gene Colan dibujó una pobladísima portada donde podíamos ver como Jarvis abría la puerta de la sala central de la mansión para dar entrada a Dazzler, Hércules, la Viuda Negra, Chaqueta Amarilla, el Caballero Luna, el Ángel, Tigra, Pantera Negra y Ojo de Halcón. Sin duda, un pequeño ejército (¡y eso que se dejó al Hombre de Hielo, que sí aparecía en el interior!).

Huelga decir que no fueron pocos los lectores que se quedaron de piedra ante aquella especie de inesperada “invasión”. Esta reacción se acentuó con la presencia (entre aquel ejército) de Dazzler, el Caballero Luna, el Ángel y Tigra. La situación suscitaba una pregunta muy directa: ¿Quién puede (o no puede) ser vengador? Pero lo cierto es que este tipo de “purismos” eran el resultado de un cierto grado de amnesia. Muchos lectores parecían olvidar que la Bestia era un componente oficial de Los Vengadores desde hacía mucho tiempo (precisamente cuando el gobierno comenzó a dar su visto bueno) y que personajes tan variopintos como Mantis, Dragón Lunar o Jocasta habían formado parte del grupo en el pasado (aunque estas dos últimas no llegaron a serlo de manera oficial). Lo curioso del caso es que (según parece), Jim Shooter pretendía suscitar esta pequeña polémica para lograr una cortina de humo.
Como he apuntado, la estrategia conseguiría llamar la atención de propios y extraños. Y lo más curioso es que todo era precisamente eso, una estrategia, ya que el objetivo del guionista era el opuesto; es decir, acabar el #211 USA con Los Vengadores de Stan Lee y Jack Kirby; esto es, los cuatro fundadores y el Capitán América, pero añadiendo a Tigra como elemento exótico (y también de naturaleza práctica, como veréis en la segunda parte de este volumen).
Con esta remodelación, Jim Shooter sacó de Los Vengadores a cuatro componentes que habían sido santo y seña del grupo durante años. Me refiero a la Bruja Escarlata, la Visión, la Bestia y el Hombre Maravilla. A este respecto es interesante indicar que Dave Cockrum comentó en una entrevista (aparecida de principios de los años 80) que Jim Shooter dejó fuera a La Bruja Escarlata porque no deseaba contar con una superheroína de tanto poder. Es difícil saber si el cocreador de La Nueva Patrulla-X basaba su comentario en una especulación o una certeza (basada en algo concreto), aunque no deja de ser una declaración muy interesante (que un servidor, dado el material incluido en este nº 1, no ha querido obviar).
El primer cómic donde aparece la mencionada formación es, lógicamente, el #212 USA (el punto de partida de este volumen). Este hecho no sólo quedó claro en la propia portada, sino que también se destacó en la propia logoforma (o “corner simbol”, como lo llaman en Marvel), incluyendo una gran flecha que contenía la siguiente frase: “¡Aquí están… los nuevos Vengadores!”. Más claro, imposible.
Pero el retorno de Chaqueta Amarilla no sólo era necesario para la recuperación de los vengadores originales, también era vital para el desarrollo argumental que tenía en mente Jim Shooter. La predilección del Director Editorial de Marvel por el biólogo más laureado del mundo venía de lejos. De hecho, Shooter lo convirtió en el personaje central de su primera gran historia de Los Vengadores, “La Creación de Jocasta” (mencionada al principio de esta introducción). En aquella excelente historia, el guionista realizó un trabajo de análisis realmente interesante del pasado más ancestral para demostrarnos que era lo que realmente había causado la inestabilidad mental de Hank Pym durante su vida.

Ahora, cuatro años después, Jim Shooter decidía dar un paso más allá, con el fin de profundizar en la mencionada inestabilidad mental de Hank Pym. De esta forma, el Director Editorial de Marvel puso encima del tapete una tragedia social de gran importancia: la violencia doméstica (o de género). Pero teniendo en cuenta (como ya he apuntado) que estos cómics se realizaron hace nada menos que treinta años, esto nos permite constatar que esta realidad tan dramática ya era tenida en cuenta en Estados Unidos (algo que en España no ocurría hasta pasados algunos años).
Por consiguiente, Jim Shooter no se andaba con tonterías a la hora de retomar su labor en The Avengers. El movimiento se demuestra andando y él lo demostró desde el principio.
Raimon Fonseca

No hay comentarios:

Publicar un comentario